El bruxismo es una actividad parafuncional que consiste en el apriete y rechinamiento dentario, es de etiología multifactorial y está asociado principalmente a stress y a alteraciones del sueño o parasomnias
En la mayor parte de los casos, el bruxismo es un hábito inconsciente que adquieren las personas desde una edad muy temprana. Es frecuente que nadie sepa que tiene bruxismo hasta que otra persona no le advierte de que al dormir suenan sus dientes rechinando.
Cuando al despertar sentimos que tenemos fuertes dolores faciales, dentales, de cabeza y del cuello, es muy probable que se deban al bruxismo. Otros de los síntomas más comunes son:
- Sensibilidad dental al frío, calor y alimentos dulces.
- Dolores en los oídos constantes.
- Tensión muscular en la espalda.
- Altos niveles de ansiedad y estrés.
El bruxismo puede provocar que duelan los dientes y se desgasten, llegando incluso a aflojarse, además de causar problemas en la articulación temporomandibular
El tratamiento contra el Bruxismo y el Trastorno de la ATM lo debe coordinar el dentista especializado en este tipo de tratamientos y debe comenzar con un exhaustivo estudio del estado dental, mandibular, craneal y cervical, además de un estudio general de la salud del paciente.
Los tratamientos conservadores suelen solucionar el problema en la gran mayoría de los casos, pero deben ser realizados por profesionales que dominen estas técnicas.
Por ejemplo, las férulas de descarga son un dispositivo muy útil siempre que se diseñe de forma adecuada y a medida de cada paciente y su disfunción de la articulación. Es una solución muy eficaz que ofrece resultados visibles desde el primer día, ya que hace que no tengamos dolor de cabeza. Además, está al alcance de todos los bolsillos por su precio asequible.
Otras recomendaciones:
- Evitar malos hábitos posturales, tanto en la posición de pie, como sentado o acostado.
- Evitar los malos hábitos orales: morderse las uñas, masticar chicle, masticar por un solo lado, apretar o rechinar los dientes, mala posición de la lengua en reposo o al tragar, o respirar por la boca.
- Cuidado e higiene adecuada de los dientes.
- Evitar la movilidad excesiva al abrir y al adelantar la mandíbula.
- Visitar periódicamente al dentista.