La higiene ha sido siempre una aliada indiscutible de buena salud. Por eso es imprescindible mantener una rutina de limpieza de nuestros dientes que asegure eliminar todos los residuos.
Esto evitará problemas en las encías, prevendremos la caries, el mal aliento y cuidaremos el buen aspecto de nuestra dentadura.
Pero además de nuestro cuidado diario, es necesario y fundamental hacer visitas regulares a nuestro dentista.
Para los pacientes que realizan una buena higiene oral, cuidan su boca, o son menos propensos a padecer caries u otras enfermedades, sería suficiente una revisión anual. Sin embargo, determinadas personas con enfermedades orales como la periodontitis, o problemas de salud general, como la diabetes, deben acudir a la consulta del dentista de forma más frecuente para hacer un chequeo completo de su salud oral y tratar problemas específicos. Lo recomendable en estos casos es hacerlo cada seis meses o incluso en intervalos de tiempo más cortos.
En el caso de los niños, se recomienda realizar una primera revisión a los dos años de edad o cuando aparecen los primeros dientes con el finde identificar problemas maxilares o de erupción dental.
En las primeras visitas al dentista los profesionales de la clínica dental enseñarán a tu hijo las técnicas de higiene oral, como el cepillado o el uso de la seda dental.