La boca es una entrada de bacterias al organismo, que si no se neutralizan, pueden ocasionar problemas serios.

La mayoría de los problemas bucales se pueden prevenir o reducir a través la higiene oral diaria. Sin embargo, la mayoría de las personas no lo saben, y casi la mitad piensa que no pueden prevenir enfermedades como la gingivitis (57%) o incluso la caries dental (41%) con una adecuada rutina de cuidado diaria.

Como se explica en un informe publicado por la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, los dentífricos blanqueadores que se comercializan en la Unión Europea libremente suelen contener menos del 0,1% de peróxido de hidrógeno en su composición. Es decir, una cantidad del todo insuficiente para conseguir blanquear los dientes.

Las pastas dentales que se comercializan en cualquier supermercado y gran superfície tan solo pueden eliminar las manchas que se encuentran adheridas a la placa dental pero no consiguen cambiar la tonalidad del diente, es decir, que realmente ayudan poco o nada a conseguir un cambio real y duradero. Además, su precio suele ser más elevado que el de los dentífricos convencionales.

A más peróxido, más riesgos

Pastas dentales blanqueadoras ¿realmente funcionan?Los blanqueadores dentales penetran a través de los poros del esmalte dental para así poder disolver las manchas que hacen que nuestros dientes no sean blancos. Como es lógico, para que este compuesto tenga algún tipo de efecto tienen que utilizarse productos con mayor concentración de peróxido, pero no debemos olvidar que la legislación actual no permite la venta libre de productos con una concentración mayor del 0,1%.

Desde hace unos años es posible comprar kits o productos de blanqueamiento dental, que pretenden emular a los utilizados por los odontólogos, cuya concentración en peróxido es mayor. Estos dispositivos prometen unos dientes más blancos pero…¡a qué precio! Cualquier usuario puede adquirirlos y usarlos sin ningún tipo de supervisión profesional y su uso puede entrañar graves riesgos para la salud bucodental de los usuarios como es por ejemplo el aumento de la hipersensibilidad dental.

Cabe destacar que según la legislación vigente, la libre comercialización de productos cuya concentración de peróxido sea mayor del 0,1% es ilegal. Además, muchos de estos productos no indican de manera clara la cantidad de peróxido presente en su composición, otra cosa que también atenta contra la legislación actual y que, además, hace que el consumidor que decida comprar ese producto no sepa a que se enfrenta en realidad.

Llos productos con mayor concentración de peróxidos tienen efectos perjudiciales en la mucosa oral y en la estructura dental. Su uso prolongado puede provocar que este compuesto llegue hasta los nervios de los dientes y se produzca el efecto contrario, que los dientes se oscurezcan, y hasta su necrosis.

¿Por qué no blanquean?

El esmalte es una capa transparente que protege a la dentina, la primera capa sensible, irrigada y mineralizada, donde se pueden producir las reacciones químicas que pueden cambiar su color y por tanto el del diente.

Estas reacciones pueden tener que ver con las manchas permanentes de ciertos productos como el alquitrán y la nicotina del tabaco, los taninos del café o el vino, pero también con los cambios en el pH que estos productos provocan. Adicionalmente pueden intervenir otros factores en el color de la dentina, como una bajada de defensas o la acción de determinados medicamentos, etc. De este modo, el color que refleja el esmalte, es el de la dentina.

Y si el esmalte es la capa que ofrece protección física a la dentina, parece lógico que los agentes blanqueadores no puedan penetrar más allá de él y a lo sumo, si están en altas concentraciones, tiendan a dañarlo, pero nunca a cambiar el color de la dentina. Existen, no obstante métodos para eliminar con más eficacia las manchas superficiales, como el bicarbonato, e incluso el peróxido de hidrógeno, pero su agresividad y el riesgo de que provoquen alergias los limita a usos bajo supervisión de un profesional.

Cepillado dentalInforme de la OCU realizado a principios de 2017 sobre la realidad de este tipo de productos.

En su prueba sometió durante un mes a treinta voluntarios a la limpieza con productos de trece marcas comerciales de pastas blanqueadoras, utilizadas varias veces al día. Los resultados de la prueba fueron reveladores: ninguna pasta blanqueó la dentadura de los usuarios.

Debido a los resultados, la organización de consumidores reclamó al ministerio de Industria que prohibiera el uso del término «blanqueador/a» en el etiquetado a no ser que se hubiera demostrado empíricamente tal efecto, ya que de lo contrario dicho término podía ser tildado de una simple argucia del marketing.

Como ves, las pastas blanqueadoras comerciales o los kits blanqueadores no son una buena opción para conseguir el efecto que deseas. La mejor opción para blanquear tus dientes es que acudas a un profesional que utilice los productos y tratamientos adecuados que no dañen tu dentadura, de este modo conseguirás mejores resultados y con mayor seguridad.