Hola sonrisa, en este nuevo post hablamos de la sensibilidad dental, despejaremos algunas de las dudas más frecuentes de nuestros pacientes como las causas, los síntomas, la dieta o el tratamiento.

La sensibilidad dental es una patología frecuente en adultos de entre 25 y 45 años, aunque es cierto que la edad no influye en ella y puede presentarse a cualquier edad. Es el dolor dental más frecuente y por el que menos se consulta o se acude al dentista.Es importante tener en cuenta esta sensibilidad ya que podría ser el primer síntoma de la existencia de alguna patología y podrían ayudar al diagnóstico temprano y su tratamiento de un modo más efectivo.

Esta dolencia –también llamada hipersensibilidad dentaria– es un dolor breve aunque muy agudo que se produce en un diente concreto o en una zona de la boca que entra en contacto con un estímulo externo.

Para ser más exactos, se produce cuando la dentina –parte interna del diente– queda expuesta y entra en contacto con estímulos térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o calientes), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (presión con los dedos, cepillado de dientes, uso de instrumentos odontológicos, etc.).

El dolor producido por la sensibilidad dental es fácilmente reconocible y, a la vez, muy desagradable para quien lo experimenta.

Podríamos decir que sus síntomas son los siguientes:

  • Dolor muy intenso y localizado
  • Responde a una reacción externa
  • Desaparece en cuanto el estímulo deja de tener contacto con el diente o la zona sensible

Si esta sensibilidad excesiva no fuera transitoria y persistiera tras el cese del estímulo externo, o no estuviese muy localizada, te aconsejamos que acudads en cuanto antes a la consulta de tu dentista, ya que podría ser que la confundieras con algún tipo de enferemedad bucodental y en este caso realizar un diagnóstico adecuado.

El motivo por el cual padecemos sensibilidad en los dientes es porque la dentina -habitualmente protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte del diente- pierde dicha protección natural y queda expuesta a los estímulos externos.

La dentina está compuesta por miles de túbulos dentinarios (pequeños tubos microscópicos), cuya función es conectar la parte externa de los dientes con las terminaciones nerviosas de los mismos.

Por lo tanto, cuando la dentina queda al descubierto, los túbulos permiten que los estímulos como el calor, el frío o los ácidos de los elementos externos mencionados se reflejen en los nervios y células del diente provocando los síntomas antes descritos.

La existencia de caries es uno de los motivos más frecuentes de sensibilidad dental, en este caso, si notas molestias cuando te cepillas o consumes alimentos muy fríos o calientes debes acudir a tu dentista.

En la mayoría de ocasiones, esto puede darse debido al estilo de vida y los hábitos de higiene de las personas.

Las causas de los dientes sensibles vienen producidos por técnicas inadecuadas en la higiene bucal, el uso de cepillos con filamentos demasiado duros, dentifricos demasiado abrasivos o erosiones químicas del diente producidas por ácidos o acumulación de placa bacteriana en la encía.

  1. Caries
    Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, sentiremos una gran sensibilidad ante los alimentos fríos, calientes o ácidos.
    Solución: realizar un empaste dental tan pronto como advirtamos la caries.
  2. Dientes rotos o astillados
    Al igual que en el caso de la caries, cuando un diente se rompe, y la fractura alcanza la dentina, aparecerá la sensibilidad dental.
    Solución: colocar una corona.
  3. Empastes desgastados
    Cuando un diente que ha tenido caries se empasta, puede suceder que con el tiempo el empaste se vea desgastado por un cepillado agresivo o por la erosión causada por productos particularmente ácidos. En esos casos, la dentina vuelve a verse expuesta provocando la sensación de dientes sensibles.
    Solución: será necesario que el dentista revise el empaste antiguo y vuelva a realizarlo.
  4. Encías retraídas
    La retracción de encías puede deberse a un cepillado agresivo o a una enfermedad periodontal (periodontitis).
    En cualquiera de los casos, la retracción deja expuesta la raíz del diente, que es muy sensible y habitualmente está protegida por la encía.
    Sin embargo, la solución a la sensibilidad dental provocada por las encías retraídas dependerá de cada caso.
    Solución: si se debe a un cepillado agresivo, se podrá realizar un injerto de encía. Sin embargo, si la causa es una periodontitis, lo primero que habrá que hacer es ponerse en manos de un periodoncista para que paute un tratamiento periodontal que frene la enfermedad.
  5. Esmalte dental desgastado
    El esmalte dental puede desgastarse debido a varios factores: el uso de una pasta muy abrasiva combinado con un cepillado muy agresivo, el hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo) o la costumbre de ejercer demasiada fuerza durante la masticación.
    Solución: dado que el esmalte de los dientes no se regenera, será necesario realizar una restauración sencilla con composite, colocar una carilla de porcelana o composite o poner una corona (si el desgaste es muy agresivo). En el caso de las personas bruxistas, será fundamental fabricar, además, una férula de descarga -tipo Michigan- para que el paciente la utilice por las noches.
  6. Erosión dental por ácidos
    El consumo habitual de alimentos y bebidas muy ácidas (zumos de cítricos,refrescos,etc) puede provocar la erosión del diente o la descalcificación del mismo dejando vía libre a los túbulos dentinarios.
    Solución: para evitar que la sensibilidad dental aumente será muy útil restringir el consumo de comidas ácidas. Y, además de esto, el dentista deberá valorar el grado de erosión, para determinar si hay que llevar a cabo algún tipo de restauración.
  7. Tras un empaste dental
    Una vez retirada la caries y realizado el empaste, el diente empastado podrá sufrir una sensibilidad excesiva.
    Esto se debe a que el relleno que se utiliza produce una pequeña contracción al solidificarse, lo que, a su vez, provoca una tensión en el diente que se refleja en el nervio.
    Solución: la hipersensibilidad cesa con el paso de los días.
  8. Después de un blanqueamiento dental
    Los productos que se utilizan a la hora de realizar un blanqueamiento dental pueden hacer que los dientes se vuelvan sensibles durante un periodo de unas dos semanas.
    Solución: el dolor después de un blanqueamiento dental se calma por sí mismo. Pero, si no lo puedes aguantar, te recomiendo que consultes con tu dentista, médico o farmacéutico el uso de un analgésico.
  9. Durante un tratamiento de ortodoncia
    Un tratamiento con brackets u otro tipo de ortodoncia puede provocar sensibilidad dental debido a la presión que ejerce. Y es que dichos brackets debilitan los tejidos que se encargan de la sujeción del diente (para permitir su movimiento).
    Por ello, se pueden sentir unas molestias generalizadas en los dientes y que se agudizan durante la masticación.
    Solución: en este caso, la sensibilidad dental también cesa con el paso de los días. No hay que olvidar que cualquier tratamiento de ortodoncia requiere un periodo de adaptación.
  10. Después de una profilaxis
    Cuando un paciente se realiza una limpieza profesional tras haber acumulado una gran cantidad de sarro, puede que en los días siguientes sienta sus dientes sensibles.
    Y es que al quitar el sarro acumulado alrededor de las encías, la dentina puede quedar más expuesta. Sin embargo, esto solamente dura hasta que las encías vuelven a recuperar el espacio que ocupaba la placa bacteriana.
    Solución: la sensibilidad desaparece por completo durante los primeros días.

Como hemos comentado al inicio de este post, la sensibilidad dental es una patología frecuente en adultos de entre 25 y 45 años, aunque es cierto que la edad no influye en ella y puede presentarse a cualquier edad.

Podríamos decir que las personas más propensas a sufrir de hipersensibilidad dental podrían ser todas aquellas que se cepillan los dientes con demasiada fuerza, las diagnosticadas con recesión gingival, las que están en tratamiento periodontal, las personas bulímicas y las personas con periodontitis.

Las dietas ácidas inciden negativamente sobre los dientes. Son dietas consumidas habitualmente y que se consideran sanas, pero perjudiciales para el esmalte y la dentina, erosionándola poco a poco. El PH crítico en el que se disuelve el esmalte está entre 5 y 5,5.

Algunos bebidas que perjudican nuestros dientes son: el vinagre y el vinagre balsámico, el vino tinto y también el blanco, las bebidas de cola, la cerveza, el zumo de naranja y el de manzana, el café, etc

La sensibilidad dental debe tratarse porque, de no hacerse, podrían aparecer enfermedades periodontales, caries en los dientes y síntomas de otras enfermedades relacionadas con la salud de la boca.

Lo fundamental es poner en marcha medidas preventivas que ayuden a evitar la hipersensibilidad que palíen el dolor y las molestias. El profesional de la consulta dental, junto con el paciente, analizará las causas que han provocado la hipersensibilidad dental para poder remediarlo.

Algunos de los consejos para evitar que la sensibilidad de los dientes vaya a más son:

  • Buscar al posible origen: analizar las causas que han podido ocasionar la sensibilidad e intentar corregirlas.
  • Vigila tu dieta y elimina aquellos alimentos y bebidas que tienen un PH perjudicial para la salud de tus dientes.
  • Repasa con tu dentista o higienista dental las técnicas de cepillado que empleas.
  • Suaviza tus cepillados dentales y usa técnicas vibratorias, no rotatorias, que son menos agresivas para los dientes.
  • No cepilles tus dientes inmediatamente después de haber ingerido alimentos ácidos.

Si bien acabamos de explicar qué es lo que podemos hacer si tenemos sensibilidad en los dientes, a continuación vamos a darte unas recomendaciones para prevenirla y evitar que aparezca.

Dichos “remedios” pasan tanto por ponerse en manos de un dentista como por seguir unas rutinas saludables y de higiene. Podemos dividirlos en los siguientes 4 grandes grupos:

Evitar cítricos con sensibilidad dental

  1. Establece buenos hábitos alimenticios
    Evita el consumo de comidas y bebidas ácidas que puedan desgastar el esmalte de tus dientes: zumos de cítricos, vino, aliños con vinagres, refrescos…
  2. Corrige malas costumbres
    Evita el uso de palillos de madera, utilizar tus dientes como si fueran herramientas (morder o rasgar un envase para abrirlo), fumar, beber en exceso, masticar con excesiva fuerza durante las comidas, etc.
  3. Sigue una rutina de higiene exhaustiva
    Además del cepillado habitual, utiliza la seda dental, ya que te ayudará a prevenir problemas de encías y a evitar su retracción
    Usa pasta dental y enjuague específicos para dientes sensibles
    No te cepilles de forma agresiva
    Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves, especial para la sensibilidad dental
    Utiliza productos dentales con flúor -pasta o enjuagues bucales- para reforzar el esmalte
  4. Acude a tu odontólogo
    Es muy probable que solamente puedas determinar la causa de la sensibilidad dental -y encontrar su solución- acudiendo a él.

En Calident podemos ayudarte a solucionar los problemas que produce esta hipersensibilidad dentaria, así que si es tu caso, no esperes más y pide cita, estaremos encantados de ayudarte buscando la solución que mejor se adecúa a tu problema.